Mi sueño era ser directora de cine.

De niña, contaba a los demás todas las películas que veía, pero siempre cambiando el final y poniendo mi toque.

A lo largo de los años, seguí contando historias, pero en otros campos. Como abogada, headhunter, ejecutiva de recursos humanos, contaba y escuchaba miles de historias, entre juicios, trayectorias profesionales, procesos de transformación en las empresas. Hasta que un día, viví una historia inédita en mi vida.

Cuando encendí mi ordenador una mañana, no podía poner mi mano en el teclado. Literalmente. Sentí un fuerte dolor en el estómago, un nudo en la garganta y mis brazos bloquearon. Estaba inamovible.

Finalmente, una confirmación médica que había estado tratando de evitar durante meses: estaba sufriendo un burnout. Lo que vi pasar a varios profesionales me pasó a mí. Y lo difícil que era aceptar que estaba enferma. Mental y físicamente.

Afortunadamente, en base a (mucho) descanso, terapia, medicina y amor de los seres queridos, me recuperé relativamente rápido. Esta historia acabó bien. Salí del burnout.

Pero el burnout no salió de mí.

Noté que él estaba al acecho, esperando que volviera a mi “modus operandi” de trabajar sin respetar mis límites, aceptando situaciones tóxicas o contrarias a mis valores, para demostrar que daba la talla.

Por eso nació Relieve.

Aprendí que cuando no respetamos nuestros límites, podemos recuperar la salud física; sin embargo, las secuelas mentales permanecen, afectando nuestra autoconfianza y la confianza que tenemos en los demás y en nuestro trabajo.

Quiero ayudar con lo que he aprendido, para que otros no tengan que pasar por esto.

Después de todo, no abandoné mi sueño de ser directora de cine para no poder contar bellas historias, con un final feliz.

El segundo capítulo de esta historia comenzó con la llegada de Ingrid, una persona que comparte los mismos valores y entiende la importancia de la gestión del estrés y del autoconocimiento, como forma de realización saludable del potencial de cada uno. Con la creencia conjunta de que un entorno no tiene que ser tóxico para funcionar, construimos a cuatro manos nuestra primera solución: Relieve for you.

El tercer capítulo empieza ahora, con todos aquellos que comparten el mismo ideal y que reconocen que todo comienza en el autoconocimiento.

Cuando nos conocemos mejor, gestionamos mejor nuestras emociones y somos mejores personas para nosotros mismos y para los demás.